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Paisaje Interior / Claudio Santana

10 Enero de 2018 - 10 Marzo de 2018 Centro Cultural Estación Mapocho

Fotografías de Claudio Santana

Ahora bien, la pérdida, por cruel que sea, no puede nada
contra lo poseído: lo completa, si se quiere, lo afirma: no es, en
el fondo, sino una segunda adquisición –esta vez toda interior–
y mucho más intensa.”
Rainer Maria Rilke (Mitsou, historia de un gato / Balthus, R.M.
Rilke)

Espacios cerrados, sin salida aparente. Un haz de luz natural se cuela por una rendija y se enfrenta
contra el pavimento. Se encienden luces artificiales, que iluminan el concreto. Los muros son altos
-y tantos- y las puertas están cerradas. Silencio. Color gris piedra, una y otra vez. Hace frío. Nadie
se sienta en esas sillas. Parece como si todo estuviera clausurado o fuera de uso. ¿Por qué no hay
niñas jugando en esa plaza? Un resbalín amarillo las llora. Espacios abiertos, que parecen ruinas.
Son huellas de lo que fueron antes, de la gente que caminó por esos lugares y les dio vida. Espacios
vacíos, cargados de nostalgia, abren la posibilidad de hacer presente lo ausente. Pero es una
ausencia que persiste, y con ella, persiste un dolor.
A la par de su trabajo como fotoperiodista, Claudio Santana reconoce su naturaleza de hombre que
camina y que ve la vida a través de lo que registra en su propio andar. Y en ese transitar, lleva
consigo una emotividad contenida, que devela en este mapa visual.
En sus fotografías no hay personas y esa nula presencia humana nos remite a quienes no están. A
quienes faltan, a quienes se fueron. En cambio, vemos objetos sin vida. “Son instalaciones
efímeras” me dice Santana, aludiendo a su poca durabilidad en el tiempo. “Un día están ahí, al otro
día no”. ¿Por qué se detiene a fotografiar cosas sin relevancia a primera vista? Para representar lo
que no puede atrapar, lo que es fugaz y se le escapa. Así lo encontrado en su camino permanece
inerte en sus imágenes, fijado en su inmovilidad. Ese gesto parece que no es otra cosa que una
añoranza. Un “quédate aquí, para siempre”.
Claudio Santana nos ofrece imágenes que cargan con algo que trasciende a su mera apariencia y
nos ubican en el campo de lo sensible y lo emotivo. Y la ofrenda de su paisaje interior, se
transforma en un acto de duelo y en una despedida.

Curadora: Andrea Aguad Chacur

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